miércoles, 23 de mayo de 2012

Reflexiones sobre la vida (y la muerte)

Perdón por esta nueva entrada, ya que no tiene nada que ver con los viajecillos por Italia que estoy haciendo. Sin embargo, sí que tiene que ver con distintas personas que he ido conociendo a lo largo del camino. Creo que todas las personas son especiales y que el concepto de "ser normal" no existe, ya que nadie es igual a nadie.
Hace ya unos años que reflexiono sobre el concepto de vida y de muerte. Todo empezó con la enfermedad y muerte de mi abuela paterna, la muerte repentina de dos amigos, otra muerte de un vecino, la vida y muerte de mi abuelo paterno, el cambio de sexo de un conocido (ahora conocida), el fin anunciado de la relación más larga que he tenido hasta ahora, y el comienzo de mis andaduras europeas. Siguió con la muerte anunciada de mi abuelo materno, y la enfermedad de dos amigas queridas. Todos hemos pasado por esto, si no peor.

La muerte es parte del ciclo de la vida. Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Algunos no llegan a reproducirse, otros desgraciadamente no llegan a crecer, pero todos morimos. En el mundo hay 7 billones de habitantes, demasiados. La esperanza de vida y su calidad se han alargado tanto que, cuando alguien entre 60 y 70 años, lo consideramos joven, una muerte prematura (al menos en el mundo occidental). Nos cuesta asimilar la muerte, es por eso que luchamos contra enfermedades, que queremos encontrar una cura contra el cáncer o contra el SIDA, porque son enfermedades que matan. Yo no lo creo así. Yo tengo miedo al dolor, y por eso estoy en contra del alargamiento de la vida: prefiero morir joven a morir con Alzheimer o cáncer a la edad de 90 años.

No sé si me estoy explicando, es la primera vez que plasmo mis pensamientos por escrito. No importa el tiempo que se viva, mientras se viva con dignidad y entereza, y haciendo lo que se crea que se tiene que hacer por el bien de uno mismo, y de los demás. Esa es la verdadera vida que busco, sea larga o corta. Vivir con dignidad. Ser fiel a mí misma y a mis principios, y darlo todo a la gente que quiero, pero también a los demás. Hemos perdido el verdadero valor del dinero, cosa que nos hace comportarnos de una manera vil y creando desigualdades sociales, sobre todo al nivel de estado o de gobierno.

Por supuesto, las muertes prematuras duelen a los vivos. Me acuerdo a menudo de mis dos amigos, muertos repentinamente antes de cumplir 25: ella en un accidente de coche y él con un fallo multiorgánico mientras trabajaba. Ni siquiera fui capaz de ir a los funerales, no quería admitir que se habían ido. Pero el caso es que lo hicieron, tal como se fueron otros. A medida que el tiempo pasa, el dolor disminuye, y nos hace sonreír cuando pensamos en momentos compartidos. Yo me quedo con eso. Lo peor es admitir que no va a haber más momentos con esas personas, pero la vida es así, y tenemos que aceptarla tal y como nos viene. Imagináos qué horroroso sería el mundo si las personas no murieran. Pero el recuerdo continúa y pervive en las mentes de quienes nos conocieron y eso es lo importante. Saber vivir con dignidad y respeto, con alegría y con fidelidad a los principios, sin hacer daño premeditado: así es como nos recordarán con cariño, así es como pasaremos a la historia de las vidas de los otros. Mi abuela paterna y mi abuelo materno padecieron enfermedades largas y dejaron de ser independientes mucho tiempo antes de morir. Necesitaban asistencia constante, y mi abuela gritaba: "Dios mío, por qué no me llevas?" Cuando murió descansamos todos. Y creedme, yo jamás le he deseado la muerte a nadie, pero eso no era vida.

Las decisiones que tomamos influencian o cambian nuestra vida, también dependiendo del tipo de decisión. Yo me acuerdo del amigo de un amigo que cambió de sexo, de forma completa. No sé nada más de ella, pero al principio no podía ni siquiera dormir. Su vida giró 180 grados, matando, por así decir a su masculinidad. Cuando era hombre caminaba con tacones con mucho mejor estilo que yo, y también era mucho más femenino. Sin embargo, al tomar la decisión de cortar su pene, algo cambió en él, y se deprimió hasta el punto que mi amigo pensaba que se podría suicidar. No sé qué ha sido de ella, pero espero que haya pasado lo peor y que disfrute de su nueva condición de mujer en cuerpo de mujer.

Hablando de decisiones, aunque no tan vitales, el hecho de que mi pareja durante 4 años decidiera irse a Canadá y yo a Grecia, también nos cambió la vida. Siempre le recordaré como mi primer gran amor, así que siempre le guardaré un cariño especial. Sin embargo, cuando se fue, creo que ambos sabíamos que no duraríamos mucho más. Teníamos problemas serios de pareja, pero no queríamos admitirlo y ninguno de los dos quería pronunciar esas palabras tan dolorosas: te dejo. Aunque yo quería irme a Grecia, me hubiera ido con él a Canadá, pero no lo hice. Y él tampoco me lo pidió. Así que nos separamos, yo seguí mi destino y él el suyo, hasta que poco a poco dejamos de hablar y al final nos dejamos, sin pronunciar las palabras cara a cara. A veces pienso en la cobardía de ese momento, y decidí, desde ese momento, ser más valiente. A veces me cuesta mucho enfrentarme a situaciones desagradables, pero intento hacerlo.

En fin, perdonad por este post. Espero no haberos deprimido, necesitaba sacar esto afuera.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Orvieto

El 1 de mayo, aprovechando otra vez que no teníamos que ir a trabajar, Kathleen, Chris y yo fuimos a pasar el día a Orvieto, un pequeño pueblo en la región de Umbría, cuyo enmurallado centro histórico se halla en lo alto de una colina.

En Orvieto hay una zona de tumbas etruscas, pero es probable que el poblado existiera ya en la Edad del Bronce. No es difícil de imaginar lo bien defendida que estaba la ciudad etrusca, ya que por su situación geográfica hacía casi imposible que los enemigos llegaran sin ser vistos. Según pudimos ver en el museo arqueológico, Orvieto debía ser un gran centro comercial y con un sistema social bastante fuerte. Sin embargo, apenas hay restos de la época romana, con lo cual es de suponer que la ciudad perdió todo su estatus tras la invasión. He leído que los romanos se encarnizaron con la ciudad, y mandaron a sus habitantes a vivir bajo la colina. Sin embargo, durante la Alta Edad Media, los habitantes volvieron a la ciudad antigua, allí arriba, debido a su situación protegida y estratégica. Algo más adelante, Orvieto se alió con Florencia contra Siena, con lo que tuvo una importante protección hasta que, después de rivalidades y guerras antiguas, entró a formar parte de los Estados Pontificios. Con el tiempo fue perdiendo potencia y poder hasta hoy día, que es un destino turístico imprescindible en el centro de Italia.

Hay un funicular que sube hasta arriba, pero a nosotros no nos apetecía pagar 18 euros por cogerlo, así que subimos a pie. No hay sendero para las personas, sino que hay que pasear por la carretera. Son unos 4 kilómetros, pero no demasiado empinados. La última parte se hace a través de un sendero (a la derecha están las tumbas etruscas, siguiendo recto se coge el camino peatonal) precioso, verde, con algunos tramos con escaleras.

Lo primero que hicimos fue ir a la Trattoria del Moro Aronne, porque nos habían hablado muy bien de ella. Cuando llegamos estaba cerrada, pero vimos que había trajín en la cocina y les pedimos si podíamos hacer una reserva para las 12.30, que es cuando abren. Menos mal que la hicimos, porque el restaurante es pequeño y muy famoso, con lo cual se llenó enseguida. Y qué bueno que estaba todo! Kathleen tomó paloma en salsa al vino tinto, Chris se pidió conejo a las hierbas y yo, unas bolsas de pasta fresca rellena de queso pecorino excelentes. Lo probé todo, y estaba todo de muerte.

Nos dimos una vuelta por el pueblo. Es muy bonito, tiene un centro medieval bastante restaurado, en fin, otro pueblo-museo de los que está llena Italia. Aprovechando que era el 1 de mayo y que los museos costaban un euro, y que nos cayó un chaparrón, decidimos visitar el museo arqueológico. En él destacan las figuritas mortuorias etruscas, los espejos, las pinturas de las paredes de las tumbas y una armadura de guerrerro. Estaba muy entera, pero hay que ver cómo hemos crecido! El soldado me llegaría a la altura de los hombros como mucho.

El duomo de Orvieto es bastante impresionante. Tiene relieves en la fachada, y el resto del muro externo es a listas verdes y blancas: me recuerda al duomo de Siena, pero sin los mosaicos en el suelo. No llegamos a entrar dentro, porque el precio era de 7 u 8 euros, y nos parecía un poco caro para nuestros bolsillos. A mí me gustan mucho las iglesias, sinagogas y mezquitas por dentro, pero me niego a pagar tanto por entrar a un templo religioso.

Volvimos a bajar a pie, disfrutando de las maravillosas vistas del paisaje umbrio.

Actualizaré más adelante para poner alguna fotillo! :)

miércoles, 2 de mayo de 2012

Frascati

El 25 de abril es un día festivo en Italia: se trata del día de la liberación, que conmemora el día de la liberación de Italia por parte de las tropas aliadas en la II Guerra Mundial. Aprovechando la llegada del buen tiempo y que no teníamos que ir a trabajar, nos fuimos a Frascati  mi compañera de piso, 4 de mis colegas y yo.

Se trata de un pequeño pueblo a 20 km de Roma. Para llegar hay trenes cada dos horas que tardan media hora en llegar a destino. Es famoso por el vino blanco y por lo bien que se come.

Como lugares de interés, tiene una iglesia perteneciente a los capuchinos, un museo etiopico, diversas iglesias, varias villas (ville tuscolane) y vistas panorámicas de Roma. Además, sí es verdad que se come muy bien y el vino es buenísimo (y barato!).

He leído en Wikipedia que fue aquí donde se fundó la primera escuela gratuíta y pública de Europa, en el siglo XVII. También en el XVII, una parte de la escayola de la pared interior de la Iglesia de Santa María en Vivario se desprendió, dejando a la vista un fresco antiguo con las imágenes de los santos Sebastián y Roque, protector contra la peste. En el mismo año del hallazgo hubo una epidemia de peste en Roma, de la que Frascati se libró. Así, desde ese año, los dos santos son los santos patrones de la ciudad.

La bandera de Frascati es la misma que la de Roma. Ello es debido a que, en el otoño de 1837, una gran epidemia en Roma hizo que unas 5.000 la abandonaran. Frascati fue la única ciudad que les abrió las puertas. Por esa razón, desde ese mismo año, Roma y Frascati tienen los mismos colores: amarillo y rojo.

Frascati es famosa por sus célebres villas de la nobleza del Papado, las cuales fueron construidas a partir del siglo XVI por los Papas, cardenales y nobles de Roma como símbolo de su posición, y eran destinadas a encuentros sociales en lugar de a la agricultura o a la ganadería. La "Ville Pontificie" mantiene una relación muy particular con el paisaje circundante. Las villas se encuentran bien conservadas; los daños que recibieron algunas durante la Segunda Guerra Mundial han sido reparados con los materiales y las técnicas originales.

En fin, es un fantástico lugar para ir a comer y dar un paseo antes de volver a la enorme, gris y llena de coches Roma.

Camino que lleva a la iglesia de los Capuchinos / Way to Capucchini church

Catedral de Frascati / Frascati's cathedral

April 25th is a holiday in Italy. That day, then, 5 friends and myself decided to make a trip to Frascati, a small town 20 km out of Rome. The weather was magnific: the first day of sun of the season!
Every 2 hours there are trains from Termini station to Frascati. The journey takes half an hour, so it's pretty easy to get there. It is famous for the white wine and the food! 

As places of interest, Frascati has a church belonging to the Capuchins, an Ethiopian museum, churches, several villas (tuscolane ville) and panoramic views of Rome. Furthermore, it is true that you eat very well and the wine is great (and cheap!).


I read in Wikipedia that it was here where the first free public school of Europe was founded, in the 17th century. Also in the 17th part of the cast of the interior wall of the Church of Santa Maria in Vivario came off, exposing an ancient fresco with the images of Saints Sebastian and Roch, protector against the plague. In the same year the discovery was an epidemic of plague in Rome, but it never arrived to Frascati. So, from that year, the two saints are the patron saints of the city.

Frascati's flag is the same as the one of Rome. This is because, in the fall of 1837, a major epidemic in Rome made around 5,000 inhabitants to abandoned it. Frascati was the only city that opened its doors. For that reason, since that same year, Rome and Frascati share the same colors: yellow and red.


Frascati is also famous for its villas of the nobility of the Papacy, which were constructed from the sixteenth century by the popes, cardinals and nobles of Rome as a symbol of their position, and were aimed at social gatherings rather than agriculture or livestock. The "Ville Pontificie" maintains a special relationship with the surrounding landscape. The villas are well preserved, which received some damage during the Second World War have been repaired with materials and original techniques.

I absolutely recommend to visit the city to go to lunch, or make a walk before coming back to the huge, grey, and full of cars city of Rome.